Una rocalla es un elemento muy interesante para realizar en un jardín, sobre todo si existe una zona con pendiente o deseas un elemento llamativo. Colocando grandes rocas y plantas entre ellas darán un aspecto muy natural al jardín.

Escoger el lugar.

Basta con buscar una zona en la que haya una pendiente que queramos salvar, aprovechando este desnivel para crear una zona de rocalla en vez de un muro o una zona de césped que queramos reducir y dar un aire más natural. Lo primero que deberemos hacer es preparar el terreno, y colocar grandes rocas en la zona. En el caso que quieras realizar un paso escalonado deberemos realizarlo antes de comenzar a plantear el resto de rocas. 

Lo primero, las rocas.

Colocar las rocas no es tarea sencilla, ya que necesitamos colocarlas como mínimo un tercio enterradas para evitar que se desprendan y queden bien fijas, ayúdate de una carretilla para trasportarlas y de una buena pala para introducirlas. Una vez las grandes rocas estén todas dispuestas, deberemos rellenar con las piedras pequeñas y rellenar los espacios con más tierra para proceder a la plantación de especies de rocalla.

Y después, las plantas.

Existen multitud de plantas para rocallas, por lo general son plantas adaptadas a espacios pequeños con raíces no muy profundas y tolerantes al pleno sol y a la sequía, aunque dependiendo del clima podremos elegir unas u otras. Cuando plantes las plantas, recuerda fijar la tierra colocando grava encima de estas. Verás cómo en poco tiempo las plantas se desarrollan perfectamente creando un precioso contraste con las rocas.