La manipulación de productos fitosanitarios supone un riesgo de exposición por las sustancias que contienen dichos productos. Se produce principalmente en las operaciones de mezcla y carga del producto fitosanitario en el equipo de aplicación y durante la propia aplicación, aunque en las operaciones de limpieza y mantenimiento de los equipos también se puede producir contacto con restos del producto, que son peligrosos.
La forma más eficaz de garantizar la seguridad sería eliminar el riesgo mediante la utilización de alternativas a los productos fitosanitarios (por ejemplo, la lucha biológica) o la sustitución por productos de baja toxicidad. Sin embargo, estas medidas no siempre son posibles, por lo que hay que optar por medidas preventivas.
Las medidas preventivas relacionadas con los equipos de aplicación de productos fitosanitarios tienen la finalidad de minimizar el riesgo de intoxicarse con estos productos.
Recuerda usar siempre guantes durante todo el proceso, mascarilla para inhalar los vapores químicos que pueden ser tóxicos, gafas de seguridad para que no se irriten los ojos y ropa de manga larga que evite que el producto entre en contacto con nuestra piel.
Existen diversos tipos de fumigadores a la hora de aplicar los productos fitosanitarios. Por lo general el más usado es el pulverizador de mochila, con ella permite esparcir un compuesto plaguicida mediante la incorporación de aire a presión, dentro de la mochila.
Otra precaución a la hora de realizar el tratamiento es ver el desarrollo del día, es decir, ver si va a hacer mucha calor, evitar los días de viento, no tratar si va a llover o ha habido lluvia, etc. Para una buena aplicación de los productos sanitarios habrá que procurar que ninguna de estas condiciones ambientales se dé para una correcta aplicación.