Tienes un espacio dedicado en el jardín dedicado al huerto, ¿no? Pues ya va siendo hora de ponerte manos a la obra con él. No importa si no tienes un jardín, seguro que dispones de una terraza o un balcón, incluso una ventana sirve para cultivar tus propios vegetales.
Cuanto más grande mejor, más cultivos podrás tener, aunque el trabajo aumenta en proporción al tamaño, por lo que para iniciarte te recomendamos un espacio pequeño de prueba, ya habrá tiempo de aumentar conforme vayamos aprendiendo de los errores.
- Lo primero es elegir un espacio soleado para el huerto en el que reciba 8 horas de luz al día. Cuanta menos luz, tendremos que ir eligiendo especies que requieran menos luz, como las fresas. Otro tema importante es el riego, necesitamos que haya agua cerca para poder regar el huerto, ya que las hortalizas necesitan beber para crecer.
- Prepara la tierra, antes de empezar se necesita que el suelo esté suelto y abonado, para ello, aporta abono orgánico al huerto y dale textura al suelo, aireándolo y volteando la tierra para oxigenar el suelo. Para que sea más cómodo riega el terreno unos días antes de labrar el suelo para que no esté tan duro.
- Nivela el huerto y prepara los surcos o caballones para los diferentes cultivos, dependiendo de lo que desees plantar. Siembra o planta las pequeñas plántulas de tus hortícolas preferidas a la distancia correcta según la especie, aproximadamente unos 50 cm entre ellas.
- Riega abundantemente durante los primeros días para que los cultivos se adapten a su nuevo hogar. Y revisa diariamente las plantas, en busca de problemas que puedan aparecer, falta de nutrientes, plagas, agua, etc.
Verás que fácil y lo satisfactorio que resulta cultivar un huerto.