La armonía, el orden y la meditación son los pilares del jardín japonés, donde la estrecha relación entre el humano y la naturaleza conectan entre sí. En un jardín japonés nada queda dispuesto al azar. Todos sus elementos; las rocas, el agua o la vegetación están cargados de simbolismo e interactúan para transformar el jardín en un lugar en armonía con el resto del mundo.